La verdad sobre la carne
En el último número de la revista de la Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España (ANICE), Nelson Huerta-Leidenz, asesor internacional e investigador asociado de la Texas Tech University, ha desmontado con base científica los falsos mitos y la falsa información que rodea a la carne. Estas son sus conclusiones.
La carne entra dentro de una dieta variada y equilibrada: VERDADERO
Según Huerta-Leidenz la carne es una importante fuente de macro y micronutrientes en el marco de una alimentación variada y equilibrada. Entre otros beneficios, el investigador destaca su aporte de vitamina B12, solo disponible en alimentos de origen animal y que resulta imprescindible para la formación de glóbulos rojos. Además, Huerta-Leidenz recuerda que las proteínas de la carne contienen los 20 aminoácidos que requiere nuestro organismo para funcionar correctamente. Sin olvidar que también aporta hierro cuya función es de vital importancia porque transporta el oxígeno.
Las proteínas vegetales son más completas que las de origen animal: FALSO
Realmente es al revés. Las proteínas animales son más completas que las vegetales, en palabras del investigador. Dado que la proteína animal contiene todos los aminoácidos esenciales se considera de alto valor biológico. Mientras, la proteína vegetal no los posee todos.
La carne contiene mucha grasa: FALSO
Huerta-Leidenz tiene claro que afirmar generalizando que las carnes tienen mucha grasa es incorrecto. Cada tipo y corte de carne tiene una proporción diferente.
Hay que tener en cuenta que la grasa es un nutriente indispensable para la salud. Por eso, hace unos años las directrices dietéticas pasaron de recomendar “dietas bajas en grasa” a “dietas moderadas en grasa”. Hay consenso entre las sociedades médicas en que las dietas bajas en grasa no son probablemente una buena idea, pues inducen a la dislipidemia (trastorno que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares).
La carne provoca determinadas enfermedades: FALSO
Obviamente, no se puede culpar específicamente a ningún alimento de origen animal por el padecimiento de determinados males. Los alimentos por sí solos no causan ni curan enfermedades. A diferencia de lo que la gente cree. La Organización Mundial de la Salud (OMS) no aconseja a la población eliminar el consumo de carne procesada sino moderarla.
La clave está en mantener una dieta variada y equilibrada.
La carne que consumimos contiene hormonas en exceso: FALSO
Huerta Leidenz afirma que se trata de un mito muy extendido y es un bulo. Prueba de ello es que la directiva 96/22/CE prohíbe el uso de hormonas en animales para consumo, excepto para propósitos terapéuticos y zootécnicos y bajo estricto control veterinario. Además, para asegurarse del cumplimiento, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) realiza análisis periódicos de muestras de carne de diferentes compañías, no solo en busca de hormonas, también de antibióticos y otras sustancias no permitidas.
La carne es buena para las personas mayores: VERDADERO
El prestigioso investigador asegura que numerosos estudios han llegado a la conclusión de que comer alimentos ricos en proteína de alto valor biológico estimula el proceso de formación de músculo, así como la resistencia ósea y reduce fracturas de cadera. Además, el consumo de carne en edades avanzadas ayuda a mejorar las capacidades cognitivas.
La carne no se digiere bien: FALSO
Según Huerta-Leidenz se ha encontrado una mayor digestibilidad de aminoácidos de lomos de cerdo y vacuno comparados con los del salmón. Lo que sucede es que la carne roja tiene un alto índice de saciedad, una característica importante en los alimentos incluidos en dietas de control de sobrepeso o la obesidad.
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