El origen de nuestros dulces de Navidad

El origen de nuestros dulces de Navidad

Turrón, mazapán, polvorones…, todos tenemos un dulce típico favorito que nos encanta degustar cuando llega la Navidad. 
 

Turrón

En el caso de este típico dulce navideño, lo cierto es que nadie se ha puesto de acuerdo sobre dónde y cuándo nació. Por un lado, se sabe que los atletas griegos antes de participar en los Juego Olímpicos consumían un alimento que les daba energía cuyos ingredientes eran la miel, las almendras y los frutos secos. Sin embargo, no es posible asegurar que se tratase exactamente del turrón que hoy conocemos.

La versión más extendida coincide en que el turrón proviene de la península arábiga. Según esta teoría, los árabes trajeron este postre a las costas del Mediterráneo y, posteriormente, logró hacerse muy popular en la provincia de Alicante. Así, ya en el año 1585 podemos encontrar un escrito que decía que “en todas las casas de Jijona olía a miel”.

Aun así, todavía queda una última teoría que afirma que el nacimiento de turrón se produjo en el asedio de Barcelona durante el reinado de Felipe IV. La ciudad atravesaba una época de escasez y hambruna y para solucionarlo las autoridades organizaron un concurso con el que buscaban un alimento que no se deteriora con el tiempo. Un confitero llamado Turrons ganó el premio tras presentar unas obleas hechas con almendras y miel.

Polvorones y mantecados

Una mujer llamada Filomena Micaela Ruiz, “La Colchona”, nacida en Estepa en el año 1821 fue la inventora de la receta de polvorones y mantecados que todos conocemos. Aunque según los escritos, comenzaron a elaborarse ya en el siglo XVI en un convento de Estepa, no fue hasta que Filomena decidiera comercializarlos cuando adquirieron la textura y acabado actual.

En el siglo XIX, Filomena Micaela Ruiz quiso vender sus mantecados en las diferentes poblaciones por las que su marido trabajaba como transportista, pero tenía el problema de que se estropeaban pronto. Para evitarlo, se le ocurrió la idea de resecarlos con el objetivo de que se conservasen mejor y llegaran frescos a su destino. Su idea triunfó logrando una gran clientela en las diferentes poblaciones andaluzas.

Años después, todos empezaron elaborar los polvorones y mantecados de la misma forma y se crearon en Estepa las primeras fábricas.

Mazapán

Aunque es muy posible que antiguos cristianos, árabes y griegos ya consumiesen un postre similar al mazapán, a día de hoy su origen se disputa entre dos regiones: Sicilia y Toledo.

Según la versión toledana, el mazapán tal y como lo conocemos nace en el Convento de San Clemente durante una hambruna que se padeció en Castilla tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212). En aquel momento no había trigo almacenando y sí azúcar y almendras. Por el bien de la comunidad, se decidió alimentar a la población mediante una pasta que mezclaba estos dos alimentos.

A dicho producto se le llamó mazapán por la unión de las palabras: maza y pan. La primera hacía alusión al mortero donde se trituraba la almendra y se mezclaba con el azúcar y, la segunda, al producto que se obtenía, “pan de almendras”.