Desayunos: cómo hacerlos más saludables
Suena el despertador y, en muchos hogares comienza, el “frenesí mañanero”. Se pegan las sábanas y el reloj aprieta. La consecuencia: ¡rápido, lo importante es que el niño coma cualquier cosa antes de salir! Pero comer rápido y mal no es lo más adecuado. Entonces, ¿qué podemos hacer para mejorarlo?
Tenemos buenas noticias, ya que hay opciones de desayuno saludables aptas para todos los paladares. Si te despiertas con hambre, haz un hueco para esta comida mañanera con la ayuda de estos ejemplos:
Si eres de los que se levanta con tiempo y te gusta innovar:
- Huevos revueltos: acompañados de fruta y un pedazo de pan integral.
- Tortas de avena y huevo: cubrimos con aguacate o trocitos de fruta.
Si, aunque te levantes con tiempo, eres más tradicional:
- Bol de yogur natural con fruta y copos de maíz (bajos en azúcar).
- Batido de leche y plátano con copos de avena y canela.
- Tostada de pan integral con requesón y frambuesas.
Si eres de los que se queda esos 5 minutos más en la cama y luego va justo de tiempo:
- Yogur natural con cacao en polvo y canela. + Nueces y plátano para el camino.
- Vaso de leche de vaca o vegetal. + Anacardos y dátiles para llevar.
Si, por el contrario, te levantas sin hambre: prepárate un tentempié saludable para el almuerzo.
En general es buena idea:
- Incluir algo de fruta.
- Sustituir los cereales de desayuno habituales, por otros menos azucarados.
- Enriquecer con cacao el polvo, canela, frutos secos triturados, coco rallado…
- Introducir pan integral. Sacia más y es más saludable.
- Probar cosas nuevas.